Tras 5 años de trabajo en la Sprint Cup Series, y con el pobre resultado de dos victorias, el Red Bull Racing Team ha cerrado sus puertas, poniendo fin a su aventura en la NASCAR. Sus más de 100 empleados fueron a trabajar al cuartel general del equipo por última vez ayer jueves.
Kasey Kahne, como ya se conocía desde hace varios meses, pilotará para Hendrick Motorsports el año que viene. Brian Vickers, en cambio, no tiene asiento para disputar la temporada 2012.
Las dos victorias del equipo se las reparten ambos pilotos. La primera la obtuvo Vickers en Michigan en 2009, mientras Kahne lograba la suya justo antes de terminar esta misma temporada, en Phoenix.
El patrocinador principal y dueño del equipo, la marca de bebidas energéticas Red Bull, anunciaba a mediados de temporada que al final de la misma pondría punto y final a su periplo en la máxima competición del mundo del motor en America. Acostumbrada a ir de la mano con los triunfadores de otras categorías, desde el principio no logró traspasar esa experiencia a la NASCAR. Durante sus primeros 2 años de vida, el Red Bull Racing Team sólo logró 4 Top5, todas de la mano de Brian Vickers.
La inclusión del ex piloto de Fórmula 1, Scott Speed, tampoco tuvo el éxito esperado, siendo descartado por el propio equipo el año pasado, mientras Vickers sufría graves problemas de salud.
Pese a los esfuerzos de Jay Frye, manager general del equipo, por buscar un nuevo patrocinador que mantenga a flote su infraestructura, no se ha evitado el cierre de operaciones, y salvo sorpresa de última hora, la próxima temporada no veremos los toros rojos en la parrilla.
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