Jorge Gómez #164 (BMW Marmotor) se veía obligado a abandonar en el kilómetro 152 de la quinta etapa debido a un problema estomacal que llevaba arrastrando desde la salida en Rosario. Totalmente agotado, y ante la imposibilidad física de poder seguir adelante se ha visto obligado a solicitar la evacuación. Una evacuación que la organización llevó a cabo mediante un helicóptero que llevó al piloto grancanario hasta el campamento en Tucumán, donde pudo reun irse con su esposa Carolina.
“Le he visto las orejas al lobo”, comentaba Jorge Gómez ayer a su llegada al campamento en un estado de completo agotamiento físico. El piloto de Marmotor tuvo que detenerse en el kilómetro 152 de la quinta especial y ya no pudo reanudar la marcha: “Llevo días sin poder alimentarme adecuadamente. No podía tomar ningún alimento por la noche, y tampoco podía desayunar adecuadamente. Me paré allí, en una zona de arena, con la esperanza de llegar 10 km más adelante a un rio. No podía más. Era como un infierno. La temperatura pasaba de los 46º y ni una brizna de aire. Había pilotos perdidos y deshidratados por todas partes. Decidí avisar a la organización, pero estaban desbordados. Me situé entre unas ramas, la única vegetación en kil ómetros, y me puse en cuclillas para poder relajarme, sin emba rgo me quedé totalmente dormido por agotamiento y gracias a que uno de los coches de la carrera que pasaba por allí, activó todas las alarmas, pude salvarme. Un helicóptero de la organización tuvo que venir a rescatarme y llevarme hasta el campamento de Tucumán”, relataba algo más tranquilo tras la atención de los servicios médicos de la carrera.
Aunque salió indemne, la segunda etapa de las dunas de Nihuil supuso un gran esfuerzo para el piloto de ANFI aunque aún no sabía el infierno que le quedaba por delante. La tercera etapa <>, fue demoledora y a punto estuvo de dejarle fuera de carrera. En las estribaciones de la Cordillera de Los Andes, a más de 4.000 metros de altura, el “initrack” llevó a varios pilotos de motos a una zona muy peligrosa que les dejó aislados en un gran barranco: “ Este año las correcciones del “road-book” de cada etapa son interminables. La lluvia ha cambiado el terreno y encontrar el camino correcto es toda una odisea. Me equivoqué y junto a otros pilotos de motos descendimos por unos precipicios muy peligrosos en los que muchos pilotos se han accidentado hasta un barranco aislado. Ha sido una jornada caótica, de mucho riesgo. La organización nos vio y nos indicó el camino correcto, aunque sólo otro piloto francés y yo pudimos salir “escalando” con la moto una ladera de más de 25 metros de altura. Llegué muy tarde al campamento, con arcadas y sin poder cenar, aunque al menos pude dormir en un cuartel militar”, explicaba el único piloto de BMW en carrera tras una jornada en la que los 243 kilómetros cronometrados resultaron ser un auténtico infierno.
La cua rta etapa entre San Juan y Chilecito puso de nuevo a prueba la tremen da fortaleza física y mental del piloto de Santa Brígida en su tercer asalto al Dakar. A pesar de la evidente merma física, fue capaz de darse otra ‘paliza’ sobre su moto llevándole a finalizar en la 81ª posición del día, con 353 kilómetros cronometrados, aunque tal y como se había planteado Jorge, eso era secundario, puesto que en lo único que anhelaba era estar, junto a su esposa, el día 18 en la línea de meta de Valparaíso (Chile). “Se han pasado con estas dos etapas. Esto es el Dakar en estado puro. Las etapas discurren por preciosos parajes. Increíbles. Lástima no estar en mejor estado físico para poder disfrutarlas. Me he encontrado sin fuerzas y en muchas partes he visto las estrellas”, explicaba un agotado Jorge Gómez. Cuando sólo se habían disputado cuatro etapas de esta edición del Dakar, la opinión general es que esta era sin duda la edición más dura de las disputadas en suelo suramericano. Lástima que haya coincidido con este virus estomacal que ha mermado las fuerzas del bravo piloto de BMW: “No me he encontrado bien ya desde el primer día. Una medicación que me estaba tomando para el resfriado, y el agua que tomé para ingerirla, me ha acarreado esta descomposición que me ha dejado totalmente agotado. Bajaba siempre de la moto sacando la lengua por deshidratación”, continuaba.
A pesar de todo, Jorge Gómez se mostraba muy satisfecho de su decisión de ir sin más asistencia y compañía que la de su esposa: “Cuando llegaba al vivac, Carolina se encargaba del trabajo más ingrato, supervisar el road-book, y yo me centraba en revisar la moto, lo que relajaba mucho y me servía para desconectar un rato ”, nos decía. “El Dakar es así, ingrato, du ro, excluyente pero tremendamente adictivo. Cualquier detalle puede dejarte fuera y en mi caso la parte que ha fallado he sido yo. Esta vez le he visto muy de cerca las orejas al lobo…” concluía. “Un lobo muy fiero” a tenor de la cantidad de pilotos que ayer tuvieron que despedirse de la prueba de motor más dura del mundo.
Hoy viernes Jorge y Carolina viajarán hasta Salta con la estructura de Aprimoto JVO Factory Racing, donde está prevista la jornada de descanso para mañana sábado, y tendrán que centrarse en recuperar la moto y resolver las cuestiones técnicas y administrativas que les permitan cerrar todas las cuestiones de envío de la moto y los trámites para viajar lo antes posible de regreso a Gran Canaria.
El “Desafío Dakar 2014” de Jorge Gómez cuenta con el apoyo del Centro Comercial y de Ocio 7 Palmas, ANFI, BMW Marmotor Canarias, Canariasenmoto.com y el Cabildo de Gran Canaria.
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