Después de una gigantesca undécima especial cronometrada de 605 km en la
que el piloto del Canaryfly Valsebike Dakar Rally Team pasó más de diez horas
sobre su KTM, ya sólo quedan dos capítulos más por completar. La etapa de este
viernes podría reservarse aún alguna sorpresa antes de llegar a la meta final
de Valparaíso.
Aunque hay respeto a la penúltima especial del día 17 de enero, el Dakar
parece haber dejado atrás lo más duro de esta edición 2014. La media superior a
los 600 kilómetros de sector cronometrado de las dos últimas jornadas
–miércoles y jueves– ha sido un brutal test de esfuerzo para pilotos y motos
que el canario Pedro Peñate y su KTM 450 Rally también han superado.
La de ‘Antofagasta-El Salvador’, de 605 km sólo de especial, fue
absolutamente demoledora. Si la anterior que unió Iquique y Antofagasta se hizo
dura con un recorrido de 631 km cronometrados, ésta del jueves se hizo eterna
por tener su ruta multitud de polvo de arena, el incómodo fesh-fesh. Tanto, que el piloto del Canaryfly Valsebike Dakar Rally
Team necesitó más de diez horas para poder completarla. Eso a estas alturas de
la carrera implica llevar las reservas de forma física al límite.
Peñate llegó exhausto a la meta de El Salvador. “Sólo puedo decir que esta etapa ha sido súper dura. Posiblemente la
que más de este año. Esta vez sí se ha hecho interminable y parecía que los
kilómetros no pasaban. Las zonas de fesh-fesh ralentizaban muchísimo el ritmo y
cada vez que te quedabas encallado costaba mucho salir”, explicó el
valsequillero que administró con sumo cuidado sus fuerzas y las de su KTM 450
Rally.
“Cuando preparamos esta
segunda semana del Dakar con José Suárez
–team manager– y Celestino Hernández –mecánico–
decidimos que en estas dos etapas
debíamos ser muy conservadores. Han sido distancias brutales, muy exigentes en
lo físico, y sabíamos que si las superábamos la meta quedaba al alcance de la
mano, por eso me ésta de ‘Antofagasta-El Salvador’ me la he tomado con mucha
paciencia. Mucha. He evitado esfuerzos a la moto y desde los primeros controles
de paso he ido regulando porque sabía que el final iba a ser durísimo. Han sido
diez horas sólo de especial…”, recordaba Peñate, que marcha el 62 de la
general de motos.
Pasadas ya esas ‘macro etapas’, el Dakar enfila ya la recta final, pero
antes de esa jornada casi festiva que les llevará el sábado hasta Valparaíso,
este viernes otro examen en arena. El global del recorrido entre El Salvador y
La Serena plantea otros 699 km de ruta a los supervivientes con un sector
selectivo de 350 km que casi en su tramo final volverá a llevarlos por un amplio
cordón de dunas. “Es de esas etapas de
las que desconfías cuando las ojeas por primera vez. Vale que el final está
cerca, pero eso en el Dakar nunca es impedimento para que nos espere alguna
sorpresa. Yo por mi parte sólo pienso en llegar a la meta cueste lo que cueste”,
añadió el piloto de Canaryfly, Valsebike y BP Ultimate.
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