Esta
parcela del deporte del motociclismo organizado, siempre ha tenido sus compases
de esperas y desesperas, de encuentros y desencuentros. Va por ello otra nueva
apuesta de mejorar lo existente, de abrir las manos y ver con clarividencia,
las anomalías y soluciones para llevar a buen puerto la tradición que siempre
ha arraigado estas inquietudes.
Pasamos
página, a una oscura transición de intentos y formas, de caprichos y maneras de
como hacer funcionar las cosas. Sería magnifico que para la buena salud del
motociclismo de por aquí, alguien sentara en una mesa redonda a todas las
partes, y defendiera haciendo eco y motivación las vías, para la resolución de
los pequeños problemas o grandes proyectos que se pueden llevar a cabo.
No es
nuevo lo de los intentos, quizás el gran fallo de quien ejecuta, es no rodearse
de ese comité que ayude a gestionar y asesorar los desafíos. Ser bienvenido es
el arte del saludo distendido y cordial, un campo tan grande y preparado como
este no puede remitirse al consuelo del desafortunado deseo, sin colaboración.
Por ello estamos ante otra puerta que se abre, con inquietudes, con
referencias, con ideas y entusiasmo.
Seamos
sensatos, las federaciones están para gestionar, coordinar, motivar, dar rango
y credencial, a los pilotos que quieren ser grandes en la historia, para ello
tienen otros deberes que realizar. Sentar bases con criterios establecidos,
crear escuela en modalidades tradicionales, convocar y vigilar los campeonatos,
reconocimientos de objetivos. Referencias y resoluciones ante los estamentos
oficiales.
Es
demasiado trabajo, para unos pocos, tienen que ser unos muchos, los que aporten
labor y conocimientos. No es una época generosa de complacencias, toca volver a
preparar la tierra, arar la corteza y acondicionar el sementero. Será
duro. Pero la casa hay que empezarla por los cimientos, cimientos que se han
tambaleado desde hace ya mucho tiempo, y que los mínimos que se habían
conseguido con esfuerzo y perseverancia, se habían disuelto, por las extrañas
maneras de concebir este estamento, que solo debe estar al servicio de los
deportistas y el deporte.
Seamos
conscientes, hay muchas cosas que hacer y recuperar, La provincia de Las Palmas
de Gran Canaria, ha gozado siempre de buena salud motociclista, y de épocas
donde la gestión federativa, era un patrón de referencia, de ahí las muchas
licencias que se lograron y multitud de campeonatos que se celebraron, ahora
disueltos en una trama sin final, parece que nadie le importaba las
consecuencias. Todo se deterioraba y se fundía en iniciativas particulares de
cada uno.
Parece
que este modelo de imperfecciones llega a su fin. Deseamos y anhelamos la
normalidad de la Federación y sus Delegaciones, la invitación a todos los moto
clubes de la provincia, de cualquier índole, a formar parte del proyecto
general, un objetivo que debe sumarlos a todos, hablarlo con todos e invitarlos
a aportar su condición. No olvidemos que todo es posible, y que todos deben ser
tenidos en cuenta.
Por demás
queda claro, que es la asamblea de la FILMP quien debe vigilar y proponer el
orden y la gestión, el cumplimiento y la atención a las funciones internas del
ente. Si queremos recuperar la normalidad, habrá que empezar por los patrones
establecidos. Y respetar los designios, nadie dice que sea fácil, queremos
insuflarle el aliento a los emprendedores, que en estas épocas escasean y a
buen seguro, encontrarán la colaboración y el entusiasmo de todos los que
siguen luchando para que el motociclismo en esta provincia sea una referencia.
Ahora que está todo a cero ò bajo cero, como dirían
los pesimistas, es el momento, es la oportunidad. Bienvenida sean las buenas
intenciones, Ojala y por fin se acierte., va siendo hora.
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