Texto: Momó Morales
CARLOS LARRODÉ, GRAN DEPORTISTA Y GRAN PERSONA
Hace doce años las circunstancias de la vida hacían que José María Ponce y Gaspar León, después de muchos años juntos y un sinfín de éxitos, tomaran caminos separados. El listón quedaba muy alto y José Mari (que sin notas y sin un copiloto que le dé confianza está perdido), optó por el que menos me esperaba. Pensé que elegiría a alguien con más experiencia pero optó por Carlos Larrodé.
Nunca se me olvidará la primera imagen que recuerdo de él en un Rallye Isla de La Palma: muy joven, cuerpito de apenas cincuenta y pico kilos, melena muy lisa por el hombro peinada con raya al centro y cara de incertidumbre...para la gente del equipo se convirtió en "El Niño". Nos sorprendía que, con el ruido que hay en el interior de un coche de carreras, se dormía en los enlaces como un bebé. Para justificarse nos contaba que sus padres, de pequeño, lo sacaban en el coche por Moya para conseguir dormirlo.
Tras los primeros años en el equipo perdió a su padre y creo que fue el hecho que lo hizo madurar y dejar atrás parte de su aspecto aniñado. Su madre, sus hermanas y los "coleguitas" de Moya fueron sus primeros fans siguiéndolo y apoyándolo en todo momento.
Los años han demostrado que José Mari no se equivocó. Carlos es un copilotazo. Se ha consolidado como uno de los deportistas canarios con un palmarés más variado dentro del automovilismo. Su vida va "sobre ruedas". Ha participado en rallyes de tierra, de asfalto, en subidas, sobre la nieve de Finlandia y por último en bici. Ha corrido como piloto y como copiloto. Ha participado en pruebas regionales, nacionales e internacionales. Y ahora también es organizador de la Subida y de la Clásica de Moya. He perdido la cuenta de los campeonatos que ha ganado pero, cuando pasen algunos años, nos daremos cuenta de que es una de las grandes figuras del automovilismo canario.
Y para terminar tengo que decir que, además de un gran deportista, es un corazón con piernas dentro y fuera de las carreras. No hay nadie en el mundo que pueda decir nada negativo de Carlillos. Todo lo contrario. Encima estoy hablando de un cachondo mental que intenta sacarle punta a todo en la vida.
Tengo algunos recuerdos memorables de celebraciones, desde las primeras con los miembros del equipo Peugeot en el sur de Tenerife hasta el Maspalomas de hace dos años que son imborrables.
Hoy dejo constancia mediante estas líneas que dentro de unos años tendremos una leyenda del deporte canario que disfruta con todo esto porque además es su pasión.
Un abrazo amigo.
CARLOS LARRODÉ, GRAN DEPORTISTA Y GRAN PERSONA
Hace doce años las circunstancias de la vida hacían que José María Ponce y Gaspar León, después de muchos años juntos y un sinfín de éxitos, tomaran caminos separados. El listón quedaba muy alto y José Mari (que sin notas y sin un copiloto que le dé confianza está perdido), optó por el que menos me esperaba. Pensé que elegiría a alguien con más experiencia pero optó por Carlos Larrodé.
Nunca se me olvidará la primera imagen que recuerdo de él en un Rallye Isla de La Palma: muy joven, cuerpito de apenas cincuenta y pico kilos, melena muy lisa por el hombro peinada con raya al centro y cara de incertidumbre...para la gente del equipo se convirtió en "El Niño". Nos sorprendía que, con el ruido que hay en el interior de un coche de carreras, se dormía en los enlaces como un bebé. Para justificarse nos contaba que sus padres, de pequeño, lo sacaban en el coche por Moya para conseguir dormirlo.
Tras los primeros años en el equipo perdió a su padre y creo que fue el hecho que lo hizo madurar y dejar atrás parte de su aspecto aniñado. Su madre, sus hermanas y los "coleguitas" de Moya fueron sus primeros fans siguiéndolo y apoyándolo en todo momento.
Los años han demostrado que José Mari no se equivocó. Carlos es un copilotazo. Se ha consolidado como uno de los deportistas canarios con un palmarés más variado dentro del automovilismo. Su vida va "sobre ruedas". Ha participado en rallyes de tierra, de asfalto, en subidas, sobre la nieve de Finlandia y por último en bici. Ha corrido como piloto y como copiloto. Ha participado en pruebas regionales, nacionales e internacionales. Y ahora también es organizador de la Subida y de la Clásica de Moya. He perdido la cuenta de los campeonatos que ha ganado pero, cuando pasen algunos años, nos daremos cuenta de que es una de las grandes figuras del automovilismo canario.
Y para terminar tengo que decir que, además de un gran deportista, es un corazón con piernas dentro y fuera de las carreras. No hay nadie en el mundo que pueda decir nada negativo de Carlillos. Todo lo contrario. Encima estoy hablando de un cachondo mental que intenta sacarle punta a todo en la vida.
Tengo algunos recuerdos memorables de celebraciones, desde las primeras con los miembros del equipo Peugeot en el sur de Tenerife hasta el Maspalomas de hace dos años que son imborrables.
Hoy dejo constancia mediante estas líneas que dentro de unos años tendremos una leyenda del deporte canario que disfruta con todo esto porque además es su pasión.
Un abrazo amigo.
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